Hoy es ese día. Ese día de la semana donde me siento y me lo planteo todo de nuevo. Ese día en que todo parece tan oscuro como un cuarto sin ventanas, como una habitación sin aire. Ese día en el que mi mirada está tan perdida como yo en este mundo en el que tu no estás. Ese típico día que me cuesta mas sacar una sonrisa que arreglar todas las goteras del techo de mi corazón. Y como voy a amueblarlo, si el suelo está encharcado... Así es la inevitable lluvia de noviembre.
Y todo fluye, por inercia. Las hojas de los arboles se van cayendo, los niños, ajenos al mundo, siguen jugando en la calle. Los aviones todavía no se han caído del cielo y parece ser que un hombre se ha tirado desde la estratosfera. La vida sigue para todos, y el tiempo corre en mi contra. Las nubes siguen negras, el sol ya no sale y la lluvia sigue resbalando por mi cara mezclándose con un par de lágrimas tontas, seguramente de algo que se me ha metido en el ojo, porque claro, yo no lloro. Ni río, ni canto, ni corro, ni ando. Ni respiro, ni como, ni bebo. Y si me apuras, ya no se ni siquiera si vivo. Porque quererte a ti me ocupa todas las posiciones del reloj, todos los números del calendario y todas las vueltas que da la tierra al rededor del sol. Porque quererte se me está haciendo mas duro de lo normal, querer por los dos es demasiado trabajo para uno solo. Mis 24 horas son tuyas, aunque no lo creas, aunque todavía no pueda demostrártelo del todo. Mis 365 días del año, también son tuyos, aunque no pueda pasarlos contigo.
Y puede que no sea perfecto, pero quien quiere serlo? Yo no quiero ser perfecto, pero si quiero que algún día esto sea perfecto. Este momento que no pasé contigo, y este, y este, y también este otro. Y quiero que sea perfecto este beso que no te dí, y esta caricia, y este abrazo. Dormiría en tu portal esperando a que alguien salga para poder entrar. Dormiría en tu puerta hasta que alguien me eche de allí. Subiría por la ventana para colarme en tu cuarto. Dormiría al lado de tu cama, esperando a que seas tu la que me deje pasar la noche contigo. Y te prometo que esa noche será eterna. Y te prometo que no vas a tener que volver a salir de tu calle para encontrar el amor.
Que pasen las primaveras que haga falta, que me reviente el invierno por dentro y por fuera. Que me abrase el sol de verano una y mil veces. Que me entierren vivo las hojas del otoño. Que dure lo que tenga que durar el mes de diciembre. Que sean mil campanadas antes de dar las 12. Que se acabe el mundo el mes que viene, y moriré pensando que si no te tuve, no fue por no haberlo intentado. Que me entierren solo. Apartado. Que no me lleven flores, que no me llore nadie. Que no pongan mi nombre en la lápida. Que pongan solo una frase. Que pongan que no he muerto luchando, que no he muerto en batalla con nadie. Que pongan que me he muerto queriendo.
Te he dicho mil cosas. Te he contado mil historias Y de todas las cosas que te pude decir todavía no te he dicho una directamente. Todavía no te he dicho algo que ya te he dado a entender un millón de veces, y que debes estar cansada de saber.
Te quiero. Y eso, no hay reloj que lo impida, ni calendario que lo evite. Y para eso no hay portal que me corte el paso, ni candado imaginario, ni muerte que le ponga fin.
La velocidad del viento en contra no frena ni a una hoja que quiere llegar a su destino.
Alex Guti, mas pesado de lo normal, mas repetitivo que nunca. Con menos imaginación que de costumbre, con mas amor del que puedo dar.

Pasaba por aquí, más que nada de casualidad. Me ha gustado la entrada, curiosearé un rato por tu blog ;)
ResponderEliminarPasaba por aquí, más que nada de casualidad. Me ha gustado la entrada, curiosearé un rato por tu blog ;)
ResponderEliminarPasaba por aquí, más que nada de casualidad. Me ha gustado la entrada, curiosearé un rato por tu blog ;)
ResponderEliminar