lunes, 10 de diciembre de 2012

Donde quedaremos algún día.

No se trata de caminar por caminar. No se trata de levantarse de la cama solo porque un despertador te lo pide a gritos. No se trata de eso. Ni de vivir por vivir, respirar por inercia o sonreír por vergüenza, vergüenza de ser el único de la zona que no tienen un motivo para hacerlo. Y que me mueve, aparte del viento y la fuerza del minutero del cartel luminoso de las horas perdidas? No tengo una razón de peso que me de energías para levantarme por las mañanas, quizá sea por eso que me gusta dormir demasiado. No tengo alguien que me de las buenas noches pensando que serían mejor si estuviese conmigo.
Tengo silencios incómodos, camas vacías, besos sin dueña y una maleta de recuerdos que no hemos vivido. Tengo todas las canciones que dicen tu nombre, todas las cosas que no puedo decirte, y un puñado de lagrimas para el día que pasemos a ser dos desconocidos. Dos desconocidos, que se conocieron muy bien; Dos desconocidos que lo supieron todo el uno del otro, que sabía que significaba cada mueca y cada silencio del otro. Lo sabían todo, pero lo que no sabían era que debería haberse conocido antes. No llegamos a saber como sería un beso de nuestros secos labios de invierno. Y a mi solo me queda la lluvia de diciembre para recordarme que ya hace bastante tiempo que empecé a conectar contigo. El cabrón del frío es el que me recuerda que no tengo a quien abrazarme para entrar en calor. Me la juego cada día que salgo sin abrigo, y me vendo al diablo cada vez que busco calor en una manta de sofá, y es que como el calor que dan tus ojos no hay nada. Pero tus ojos están a kilómetros de aquí, y de mi. 
Y la calle de la amargura de algunos es mi patio de juegos cada mañana, mientras que la tarde la paso en el subsuelo del infierno, donde el dolor no duele tanto como en el edén del "sin ti". Y donde estarás cada noche mientras yo decido hablarle a una hoja en blanco, con un bolígrafo azul, mientras subrayo tu nombre con un rotulador que lleva mucho tiempo seco. 
Y todos los días la misma pregunta ronda mi cabeza, y todas las noches la misma respuesta acaba escrita en alguna parte de mi oscura habitación. Por mucho que llueva, por muchos rayos que caigan, por mucho que tiemble el suelo y por mucho que retumbe el eco de mi voz cuando digo tus iniciales, el mundo va a acabarse bastante antes de que yo deje de quererte cada noche, cada mañana y cada uno de esos domingos que no tienen sentido. Salgo cada sábado a matar, a matar el tiempo. Salgo cada noche a beber, a beberme cada uno de los momentos que nos estamos perdiendo. Y cuando el alcohol tiene dominado todo mi cuerpo, la culpa se va de mi sangre, la calma toca mis píes, y la pena solo dura un rato, el mismo rato que perdemos día a día por un cuento de verano, que sigue sin acabarse en invierno. 
La estrella de mi techo, y la Luna de mi cielo. La sombra que tanto cuesta atrapar, y el brillo que me pide que no deje de intentarlo. Algunos dudan de mi fe, y algunos me piden que me deje llevar. Algunas me llaman "poeta" y algunas saben que esto no se lo digo a cualquiera. De poeta poco, de cobarde nada. De poeta poco, pero tengo musa para rato. 


Te espero donde siempre, a la hora de siempre, y para lo de siempre. 
Te espero en todos los sitios que puedas imaginarte, a todas las horas que puedan existir y para decirte que quiero que las cosas cambien algún día.
Te espero donde vayamos a quedar algún día, a alguna hora, y para todo lo que tu quieras.  
Tranquila, he aprendido a esperar. A esperarte. 
Y que la gente me recomiende lo contrario solo me da mas ganas de seguir ahí sentado. 

-Alex Guti, con musa y mas frustrado que nunca. 

1 comentario:

  1. Espero que algun dia te decidas a sacar un disco o algo porque tiene que ser increible!
    No hay nada mejor que una buena lectura antes de irse a dormir, sin palabras :)

    ResponderEliminar